Practicar deporte es saludable para muchos aspectos de nuestro organismo, pero poco se ha hablado de cómo repercute la práctica deportiva en la salud urogenital femenina.
En ocasiones el ejercicio físico puede convertirse en causa o factor agravante de lesiones perineales, alteración de la continencia, prolapsos…
La incidencia de incontinencia urinaria de esfuerzo en mujeres deportistas que realizan un alto trabajo abdominal es del 50%, llegando a ser del 80% en las mujeres que practican salto de trampolín1.
Es frecuente ver imágenes en prensa de mujeres que practican halterofilia, gimnastas… que sufren escapes de orina en plena competición.
Pero, ¿por qué pasa esto?
El exceso de presiones que recibe el suelo pélvico en la práctica deportiva que implique saltos, carga de pesos elevados, impactos, trabajo abdominal excesivo… puede hacer que esta estructura llegue a debilitarse y por tanto no pueda asegurar su adecuada función de sostén de los órganos pélvicos ni asegurar la continencia.
Hablaremos también de un estudio publicado en la revista Obstetrics & Gynecology: “Exercise and incontinence”2, en el que se estudia en 326 mujeres la incidencia de incontinencia urinaria con distintos deportes.
A grosso modo, comentaremos algunos de los deportes que valoran en el estudio y el porcentaje de incontinencia urinaria mientras se realiza la actividad deportiva:
- Carrera: 38% de las mujeres con incontinencia urinaria durante el ejercicio
- Ejercicios aeróbicos de alto impacto: 34%
- Ciclismo: 13%
- Tenis: 10%
- Golf: 7%
De este estudio nos llama la atención que sólo un 20% de las mujeres que tuvieron pérdidas de orina decidieron interrumpir la práctica deportiva por este motivo. El resto usaban absorbentes, “normalizando” así esta disfunción. Y sólo un 35% de las mujeres que habían tenido pérdidas de orina lo habían comentado con un profesional de la salud.
Es necesario que la práctica deportiva se ajuste a las necesidades del cuerpo de la mujer y que incorpore ejercicios específicos para la musculatura del suelo pélvico como parte de nuestra rutina diaria de entrenamiento. La prevención es básica para tener una buena salud uroginecológica.
Si tenemos disfunciones de suelo pélvico debemos tratarlas con una fisioterapeuta especializada que nos recomendará cuándo iniciar la práctica deportiva y qué ejercicio es el más adecuado para nosotras.
Mª Dolores Teruel
Fisioterapeuta
1- Congreso de la Sociedad Catalano-Balear de Fisioterapia celebrado en Barcelona.http://www.fisioterapeutes.com/comunicacio/mitjans/2009/novembre/23112009_europapress.pdf
2- Exercise and Incontinence: Nygaard, Ingrid, DeLancey John O.L; Obstetrics &Gynecology 75(5): 848-851, May 1990
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