jueves, 6 de septiembre de 2012

Experiencia de una mamá en las clases de yoga prenatal

Con mucha ilusión compartimos este bonito relato de una mamá que nos acompañó hace unos meses en las clases de yoga para embarazadas en el centro El Horno.
Os cuenta ella:
yoga para mam“El mes que me enteré de que por fin estaba embarazada, mi profesora de yoga me dijo que mejor dejara de practicar esta disciplina hasta que pasara el tercer mes por el peligro de que se me repitiera un aborto, pero que pasado este tiempo existían clases de yoga para embarazadas que ella misma estaba recibiendo. Así que me informé y en cuanto pasaron los primeros meses me presenté en el Horno expectante, porque el yoga me da paz y no todos los profesores consiguen ese efecto en mi, así que esa primera clase era la prueba de fuego.
La experiencia fue estupenda, primero porque a pesar de que mi espalda me ha dado muchos problemas toda mi vida, gracias a los ejercicios no tuve ninguna molestia en las 41 semanas que duró la gestación de mi hija Eva. Además María Dolores es una persona muy dulce que trasmite esa tranquilidad que necesitaba para desconectar del mundo loco en que vivimos, ayudando a que me centrara durante una hora y media en mi cuerpo, mis sensaciones con cada respiración o movimiento y sobre todo en el bebé que estaba creciendo en mi interior.
Compartir con mujeres que están pasando por lo mismo es muy importante. Tuve la suerte de empezar con un grupo en el que las menos gorditas echábamos una mano a las que ya estaban a punto de ser madres a levantarse, a pasarles sillas, pelotas o lo que se utilizara en cada momento. Es algo que eché de menos cuando yo estaba en la fase final, y que espero que no se pierda, porque si embarazada una no se da cuenta de las necesidades de nuestras iguales, no podemos pretender que el resto del mundo lo haga.
El ratito dedicado a hablar en las clases me disipó muchas dudas, además de la posibilidad de entrar en el mundo de la crianza natural con libros que me recomendaron, de oír hablar del porteo que practico con mucho gusto, leer cosas sobre el colecho al comentarlo en clase que hicieron que los tres primeros meses de mi hija dormir con ella fuera un placer, que las siestas de todos los fines de semana las durmamos juntos los tres, y que si en mitad de la noche Eva no puede dormir por su dolor de encías no sea un problema solucionarlo durmiendo pegadita a mi, que noches malas pasamos todos.
Compré un CD con los mantras utilizados en clase, que me acompañaron en mi casa para relajarme, sobre todo durante los 4 días que duraron las contracciones intermitentes, junto con la respiración que después de tantos meses ya hacia de manera natural en cuanto se trataba de calmarme. Y sobre todo me vino estupendo en las 12 horas que estuve esperando a que naciera mi chiquitina, y para poder relajarme los 7 días siguientes en los que ella estaba en la UCI porque el parto no pudo ser, y tuvo un inicio de vida complicadillo.
Ahora tiene 9 meses, y todas las noches se adormece mientras le canto el mantra que abre y cierra las clases de yoga. Así que esa paz nos acompaña a las dos todavía.”
Muchas gracias por compartir tu experiencia!!!







No hay comentarios:

Publicar un comentario