Compartimos este relato que nos ha enviado una amiga y mamá, ¡esperamos que os sea útil!
Muchas gracias a la autora, por escribirnos y querer compartir su experiencia con las mamás que nos siguen.
“El deporte nacional no es el fútbol, es gastar energías opinando sobre lo que hacen o no hacen los demás de manera tajante, con la certeza de que las cosas han de ser de una manera o de otra. Dependiendo de la personalidad o momento vital del receptor puede hacer más o menos daño, o ser ignoradas, pero hay un momento en el que pueden ser como una bomba de relojería, y es cuando una mujer acaba de ser mamá, y sobre todo mamá primeriza.
Tu madre, la vecina, tus amigas pueden dar su opinión según su experiencia o sus creencias, esas frases que se han dicho toda la vida basada o no en algo contrastado. Pero lo peor son las personas que con toda su buena intención dan información basada en sus estudios, ya sean en psicología, pedagogía, pediatría o cualquier otra cosa terminada en “ía”, ya sea en la facultad o en todos los libros de la estantería de la Casa del Libro dedicada a los bebés, pero posicionándose en una corriente y defienden a capa y espada que lo suyo es lo bueno y lo demás está equivocado.
Los humanos, por suerte, somos todos distintos unos a otros, y los bebés quieren comer, dormir, caricias, limpieza, lo que vienen siendo cosas básicas, pero cómo se hagan depende de muchas cosas y lo que vale para unos no tiene por qué valer para otros o para sus progenitores.
Esto no es un partido de baloncesto en que gana el que tiene la mejor estrategia, sino criar a tu hijo. He leído y escuchado frases que me han dejado helada por parte de gente que se posiciona en el lado de la crianza natural o de métodos más cognitivo conductuales, desde que las de la liga de la leche son unas talibanas, a que los barrotes de las cunas son una bestialidad, las críticas de un lado y de otro por dar el pecho hasta que los niños deciden dejarlo o cambiar al bibe cuando por las razones que sean lo decide la madre, aconsejar el método del duérmete niño con una criatura de cuatro meses, libros donde se les carga a los padres con toda la responsabilidad de los traumas de su hijos…
Como la forma de ser de este país no se puede cambiar y vamos a seguir opinando, sólo espero que los profesionales que atienden a las familias, tanto los pediatras, las doulas, las asesoras de lactancia, las madres de día… se formen lo máximo posible en lo que dicen los estudios de todas las tendencias, y entiendan algo tan simple como que cada niño, cada familia, cada circunstancia es distinta, y que la información está para aconsejar, no para sentenciar, el respeto es fundamental, hay veces que tenemos que dejar nuestras verdades absolutas a un lado.” por Claudia Viso
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